lunes, 18 de mayo de 2009

SANTORAL QUE “AMUELA”

Antonio Espino Mandujano


ALMERITA VIAGRA Y LISISTRATA
Un viejo médico veterinario que goza de las bondades del Viagra y el Cialis, y que siempre anda en las comunidades rurales al volante de un vocho del año del caldo, con las llantas lisas y el chasís todo madreado de tanto golpe bajo, entornando los ojos y con un gesto de sorpresa, me comentó: “¡no me la van a creer, pero en la comunidad de Arreguín de Arriba,en el municipio de Cortazar, encontré unas personas recién llegadas de Estados Unidos que le pusieron a su última hija el nombre de Almerita Viagra!”.
Escogieron este nombre porque les pareció adecuado, de uso poco común y para recordar en la integridad de la menor, lo milagroso de la pastillita, explica, mientras suelta la enésima carcajada.
Ante esto, no está de más que así como hay campañas de vacunación, se lanzaran también campañas para cambiar nombre a niños, cuyos padres “amolaron” asentándoles nombres extraños y elegidos a lo “pendejo”: Cruz Azul, Crispín Dólar, Democracia, Solidaridad, Culiacán Cortazar, Lady Di Petra, Ungüento Barrosín, Uniroyal Ramiro, Herculana Simitria, Plutarco Delfín, Alpidia, Modesta, Marciana, Atolia, Canuta, Licaria o Aladina, entre otros muchos más que he escuchado yendo por esos caminos de la región y que aparecen en el acta de nacimiento ofendiendo la integridad del menor.
En ese mismo sentido, el viejo veterinario, refirió el caso de una maestra de San Isidro Culiacán que escogió el nombre de Lisístrata para su hija “porque le sonaba bonito y convincente” sólo que cuando le comenté que éste había sido un personaje de Aristófanes que en la guerra entre Atenas y Esparta encabeza a las mujeres de ambos bandos para que realizaran una huelga de sexo y terminara el conflicto, nomás entornó los ojos y con un gesto de sorpresa, expresó: “¡válgame Dios¡ y a mi que me habían dicho que era el nombre de una ave canora”. También me platicó el caso de doña Ercilia Conejo que presumía de tener en casa a Dios, porque su esposo rozagante y panzón se llama Dioscórides Pantoja.


DON MACARIO Y SU SANTORAL
El otro día, para seguir con el tema de los nombres que “amuelan”, le pregunté a don Macario, ex-presidente municipal de Apaseo el Grande y viejo lobo de bar, por qué los paisanos tenían nombres tan extraños y chistosos, de uso poco común y que llegaban a ofender la integridad de la persona, y este campesino del Bajío, de pura cepa, ladino y lapidario con un estupendo manejo de la ironía, me contestó que en su opinión a más de la tradición y la culpa de los padres quienes para acallar los quejidos de la conciencia por sus “pendejadas”, le ponen a sus hijos el nombre del santo que aparece en el calendario el día que nacen. Aunque esto del nombre extraño, en un pueblo de conquista donde sólo los bizcos no ven correctamente las cosas, era una ventaja popular.
Haciendo a un lado la mercadotecnia y considerando que la gente todavía tiene una reserva de intuición para saber en quién puede confiar y en quién no, ser diputado o presidente municipal, en tiempo venidero, conllevará como requisito indispensable llamarse de manera chistosa, me dijo muy serio. Y sin llegar a ser un referente (gurú-grillo) como lo consideran sus malquerientes creo que tiene razón, ya que estos nombres resurgirían como una comprobación inapelable del reciclaje de la política hoy que en día comienza a ser tan redonda como una moneda y tan plana como un billete.
Evidentemente que en la zona rural estos nombres extraños tienen impacto por la recomposición de posturas electorales, de ahí la lógica de don Macario que le sabe medir el tono a los tiempos.
Pero la cosa no para ahí, me dice en su alegato. “En mis frecuentes recorridos por muchas comunidades he conocido más gente con nombres que parece un aprobio de la injusticia: sé de una mujer muy bonita que se llama Atarjea Cicenanda y vive en Coachití; de otra que le llaman Propalanda Romina Cariño; José Circuncisión Gorgonio es un ejidatario de El Tunal y conozco una chamaquita del ejido de Santa María Ticomán que se llama Caralampia Mildory Ramírez. Y si no chocamos con la lógica política de mi teoría de manejo de imagen creo que todos ellos podrían ser serios aspirantes a un puesto de elección popular, evidentemente con el respectivo agradecimiento a sus padres por haberles puesto el nombre que aparece en el calendario el día que vieron la luz primera”.
En contraste, nos expresa don Macario, con la zona urbana, donde por cierto se da un fenómeno extraño y curioso: por tanta alharaca mercadotécnica y telenovelera los progenitores le asestan a sus vástagos nombres de mucho caché que timbra bonito al momento de saludarse de beso (esa chistosa conducta de juntar los cachetes con cachetes ajenos). Tenemos por ejemplo los nombres de Paulina Itzel, Carla Paola, Ramsés Ghandi, Yajaira Nayeli y Jhonathan Lenin entre otros muchos, cuyo significado choca y se contradice en sus apellidos. ¿Te imaginas, en un futuro no lejano, el contrate de nombres pintados con grandes caracteres en las bardas de ciudades y comunidades rurales en los procesos electorales? ¿Te imaginas a los amigochos chipocludos del PAN compitiendo con las huestes del PRI y el PRD, nos dice esbozando una sonrisa.
Por eso subraya, “hoy que se consolida la videopolítica y los videoescándalos se abona el terreno de la manipulación y el efectivismo electoral, cuando mi partido se encamina a rescatar Los Pinos ganando las
elecciones del próximo año, alguien debe retomar mi propuesta para hacerle frente al gobierno en turno y a las huestes yunquistas de San Manuel OLIVA Y Gerardo Mosqueda”.
De acuerdo a la lógica de don Macario, sin duda que en estas tierras del Bajío, se contarían con muchos aspirantes cuyo nombre de origen curioso tendría peso político y rentabilidad electoral que los condenarían, irremediablemente, a un puesto de elección popular.
Si los asesores de imagen sugirieron que las botas vaqueras aplastaran tepocatas, sanguijuelas y víboras prietas imaginarias frente a las cámaras de televisión, ¿Por qué, como dice don Macario, no proponer a un líder de nombre extraño y curioso, como atributo del candidato “echado pa-delante y sin rajarse? Tal vez con suerte se logre un buen ejercicio de mercadotecnia y para sacarle provecho a los nombres que “amuelan” ¿no creen?.

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