lunes, 18 de mayo de 2009

NOMBRES RAROS(parte final)

En la comunidad de Coachití, del municipio de Apaseo el Grande, me encontré
a una muchacha, morenita apiñonada, de nombre poco usual; don Macario Morales me dijo con mucha seriedad: “Tengo una hija que se llama Águila”. ¿ÁGUILA?- le cuestiono- ¿Por qué le puso así?.Explica don Macario: “Una noche yo quería sexo, y mi señora no. Para decidir si lo hacíamos o no echamos una moneda al aire. Y salió Águila.
Así, decidió el viejo calenturiento que se nombraría con ese estrambótico nombre a su muchachita bonita que siempre anda sonriendo, porque a decir de don Macario: una carcajada es tan saludable como hacer el amor.

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