miércoles, 13 de mayo de 2009

MI COMPADRE

MI COMPADRE “TROTAGUSTOS”

( A Don Arturo Aguayo, porque es un excelente chofer que recorre en
su nave los frigueys de Los Ángeles todos los días, y por su raigambre
mexicana de apetito amplio que le ha enseñado, que aún en el otro lado,
uno no puede olvidar la buena mesa, el taco exquisito, el sabroso guiso
que alegra tripas y corazón )

Compadre Arturo:
Nuestros taqueros celayenses (Dios los tendrá en su santa gloria ) son artistas, magos o maestros danzantes: aquel que en las esquinas del Portal Chaparro reparte los tibios tacos
de la canasta como un raro tesoro, o bien ése que en la parrilla pica, corta, combina y ensambla sus muchas creaciones, por no hablar del Houdini que hace que llueva el cilantro y se suspenda por un instante mágico el trocito de piña sobre el taco al pastor.
Son verdaderos artistas del arte culinario, por eso qué dicha abandonar la estufa y el mandil, las caras acostumbradas a los mismos gestos y las mismas ensaladas de Chilita, para comer fuera y encontrarse desde el puesto más humilde de garnachas hasta el restaurante más elegante, pasando por fondas y taquerías en un jolgorio de platos y de olores que a continuación te voy a describir: Aquí en la ciudad, sale uno a comer en cualquier día, y la calle se enfiesta, la gente forma multitudes pequeñas, a la vez compactas y respetuosas, alrededor de las mesas. Por ejemplo en el Barrio de Tierras Negras, se ofrecen por la noche diversos antojitos. Es en el atrio de la iglesia del mismo nombre donde se ponen los puestos como a las siete de la noche. Podemos encontrar esquites y elotes, junto con una especialidad que son los cacahuates cocidos con todo y cáscara, bañados con jugo de limón; se les puede añadir chile.
LAS GORDAS de masa de maíz rellenas son otro antojito que comparten muchas familias . En este barrio, las gordas más demandadas son las de migas (chicharrón), también hay de queso y las de tripas y las compuestas de queso y chicharrón. Cada comensal puede servirse a su gusto la sabrosa salsa molcajeteada de jitomate y chiles serranos azados previamente en el comal.
EN OTROS PUESTOS hay tamales de chile verde, rojos y de dulce. También “guajolotes”, que son pambazos mojados en una salsa de chile guajillo y pasados luego sobre el comal; se rellenan con carne de puerco deshebrada, papas, lechuga, salsa, frijoles refritos y, si apetece al cliente, se les añade crema.
EN CANASTAS BIEN presentadas puede adquirirse pan hecho a la manera tradicional: chorreadas, limas, conchas, gusanos y elotes de canela, panqués, cuernos de sal, alambres y hojaldras. Son famosas desde hace muchos años las gelatinas de colores, las jericallas, el flan napolitano y el arroz con leche que se ofrece en vasitos para llevar. Los buñuelos doraditos se introducen en miel tibia hecha con piloncillo y perfumada con canela y guayabas, que le dan un sabor especial. Lo dulce se equilibra con el atole blanco que sirve de acompañamiento.
UN LUGAR que también es frecuentado por los celayenses es la cenaduría Las Cazuelas, que tiene más de 60 años de ofrecer sabroso pozole, manitas de puerco, gorditas, enchiladas, tacos y los ya mencionados guajolotes. Los portales, a decir de quienes han hecho la crónica de la ciudad, han sido también lugares de encuentro. El que está en el lado oriente del actual Jardín, se conoció como Portal de las Atoleras, y el de Allende tuvo como nombre Portal de los Panaderos.
FUE FAMOSA por tortas de pollo y guajolote, la tortería Las Tortugas, del Portal Bueno. La nevería y dulcería El Ave del Paraíso estuvo por años en el Portal del Cerrojo. Desde 1970 es reconocida La Mariposa, por sus nieves y dulces tradicionales. En torno a estos antojitos se han reunido la familia y los amigos, dándose un espacio para el placer de la conversación y el buen comer.
Compadre, aquí te espero, para compartir contigo y con Margarita estos antojitos que tanta fama le han dado a estas tierras del Bajío.

Antonio Espino Mandujano

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